jueves, 8 de octubre de 2009

No a la pirateria!


Bajo la consigna "una máquina, una licencia", los legisladores argentinos sancionaron una ley que penaliza expresamente la reproducción ilegal de programas de computación. No usan parches en el ojo ni pañuelos en el cuello y si navegan, lo hacen sólo por Internet. Pero a diferencia de algunos de sus antecesores, los piratas de fines de siglo XX no cuentan con la connivencia oficial, por lo menos no en Argentina. La Cámara de Diputados de la República Argentina aprobó una modificación a la Ley de Propiedad Intelectual, conocida también como "Ley Noble", en la que se incorpora al software como una obra protegida por la ley. Las modificaciones realizadas a la Ley 11.723 cierran un capítulo de un largo debate que tuvo su clímax en febrero, cuando, argumentando un "vacío legal", la Corte Suprema de Justicia ratificó un fallo que declaraba que no correspondía penar a aquellos que reproducían programas informáticos sin el consentimiento del autor. Pues bien, las cosas cambiaron y cuando la ley aparezca en el Boletín Oficial, aquellos cometan el delito podrán ser condenados a una pena que va de un mes a seis años. De todos modos, michos especialistas en temas jurídicos e informáticos señalaron que, en rigor, la legislación disponible hasta ahora era suficiente, y que el debate, en realidad, formó parte de una negociación entre el gobierno y las empresas de informática, preocupadas por la cantidad de software ilegal que puede encontrarse en el sector público. Antonio Millé, asesor legal de la organización "Software legal", que agrupa a varias compañías de tecnología informática en contra de la piratería, declaró al diario argentino Clarín: "Hay una enorme cantidad de 'clones' cargados con software ilegal. Esto influye sobre todo en el mercado hogareño, que se surte especialmente de clones". En cuanto a la piratería en las empresas, Millé estimó: "En las grandes empresas, el 70 u 80 por ciento del software es legal. En empresas medianas, el 40 ó 50 por ciento". ¿Y en el hogar? "Allí el porcentaje de software legal es nulo", respondió. Sin embargo, la ley todavía deja temas pendientes, como el derecho de los programadores de software. El artículo 2 de la ley establece que los titulares del derecho de propiedad intelectual son las empresas para las que los programadores trabajan. Curiosamente, hace algunos meses, durante un momento difícil de la negociación entre el gobierno y las empresas, un legislador oficialista introdujo en el proyecto la posicion contraria: que el programador es el único propietario intelectual del software.

Además pueden visitar esta nota que se surgió en el diario clarín que menciona el tema de la piratería y las consecuencias que provoca:


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